Publicado el original el 14-1-2007Comencé a despertar y allí estaban aquellos ojos de miel de María… me alegré al verlos y quise darle un beso, pero mi cuerpo no respondía… tenía una extraña sensación… me sentía bien pero es como si mi cuerpo no respondiese a mis deseos… sólo podía mirar, pero no podía moverme… Supuse que María me habría dado alguna droga, pero ¿con qué fin??? Empecé a tener miedo, ese miedo que agarrota los músculos y que sólo se puede liberar con un grito… era un grito de desesperación, de impotencia… pero no podía gritar… no podía hacer nada…
Los ojos de María continuaban brillando, pero ahora con una cierta humedad, como si estuviese a punto de llorar… contemplé como su rostro poco a poco se alejaba de mí y entonces pude darme cuenta de que la habitación del hotel había cambiado… no, no era el hotel… parecía que estuviese en una camilla… en la sala de un hospital… ¿yo era un paciente??? ¿qué había pasado???
En aquel momento, escuché una voz familiar… el médico orondo que reconoció a María, estaba hablando y preguntó “como había sido” y otra voz, la de Julia, le relató el accidente de María, hasta que yo la encontré, pero… no hablaba de que fuese María quien tuvo el accidente, si no yo… no hablaba de que estuviese en la carretera, si no que me encontraron en el coche mal herido…
Pensé que era una especie de broma… una cámara oculta tal vez… sí, seguro que eso era… pero algo dentro de mí, me decía que aquello no era gracioso, para nada gracioso.
El miedo, era el miedo quien me impedía moverme y quien me bloqueaba… seguro que era un sueño y despertaría en algún momento, pero no me gustaban esos sueños… sólo podía mirar a mirar a María que no apartaba de mí, la mirada de sus húmedos ojos… pero que lentamente, como una de esas películas que parece que nunca terminan, se iba retirando y mientras lo hacia, pude adivinar en el gesto de sus labios, un último beso lazado en la distancia…
No, no era un sueño… sin duda era un juego… tal vez una broma… supongo que la droga que me habían dado perdería su efecto pronto, pero no encontraba sentido a todo eso…
Seguía escuchando al médico… que hablaba de mi reanimación… ¿reanimación??? yo estoy bien, no tienen que reanimarme… estoy bien, sólo quítenme esta inmovilidad… por favor, que alguien mire mis ojos… ya me he despertado!!!
De repente pensé… hablan de un accidente… será otro??? Tal vez me haya ido con Maria y hayamos tenido un segundo accidente… no, es absurdo… y ella de enfermera o de médico… no, no puede ser eso… Es posible que yo me haya caído por las escaleras y me haya roto la espalda… sí, seguro que es eso… están hablando del accidente de Maria y con los nervios estoy confundiendo todo… tengo miedo…
Continuaba mirando a María que cada vez se alejaba más y la habitación, cogía forma de quirófano… seguía sin poder moverme y continuaba escuchando la conversación de Julia y del médico… “Pese a que lo encontraron vivo, el frío le ha lesionado mucho aunque le ha mantenido con vida. Desgraciadamente está demasiado mal y lo estamos perdiendo… No creo que llegue a mañana”
¿Qué??? Que me están perdiendo??? Pero si estoy aquí… estoy aquí… quiero gritar y no puedo, sólo el eco vacío retumba en mi cabeza… sólo María sabe que estoy vivo, ella mantiene su mirada en la mía, pero no dice nada… sonríe con una cierta melancolía y sus ojos… están a punto de llorar… “di algo María” grité en el silencio de una voz callada…
Lo último que pude ver, fue como María, sin dejar de mirarme a los ojos, con esos suyos al borde del llanto, deslizaba lentamente, como todo lo que estaba ocurriendo, una sábana por delante de mi rostro, y yo gritaba en silencio… “María, María… por favor…” pero muy por encima del silencio de mis gritos, se escuchó una voz fría y contundente, la de ese médico que dijo en voz alta… “hora de la muerte…”
Nota para los despistados… este es el final de la historia… gracias por vuestros aplausos (y por vuestra paciencia)
Hanna @ crepusculu-hanna.blogspot.com/
2007-01-16 17:12
Que cuento!Sueño, realidad todo a la mixtura con un romanticismo de helar cualquiera. Parabienes.
2007-01-16 00:52
Escríbela otra vez ,Sam..."Tus fans no te olvidan"
Un besote,Buho ;-)
2007-01-15 22:15
Me ha dejado un gusto tan amargo, no porque tenga un final de muerte, sino por la vida ¿no vivida? ¿soñada? o el último recuerdo de él...Ha sido demasiado triste.
Un beso.
mandarina azul
2007-01-14 20:02
Tú mueres en la historia y a mí me has matado con este final. ¡Plas!2007-01-14 16:08
Pues a mi no me gustó nunca que fuera la irremediable muerte la que termine las historias,tal vez porque siempre nos deja con cosas por hacer...Buho,te has esmerado tanto y al final te mueres???Esto no se le hace a tus fans... ;-)
Besos.
sofia
2007-01-14 13:13
creo que estamos obsesionados con la temática "muerte" la mayoría de finales que me encuentro son así. pero en tu caso, si que es verdad que para nada lo esperaba, !!!!Está genial has sabido mantener el suspense hasta el final!! vaya giro que has dado a la historia...(luego dices de mis historias, anda que la tuya!!que miedo)
su tabaco gracias
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